viernes, 30 de agosto de 2013

Nostalgias amazónicas


Se acaban las vacaciones y se acerca el curso... En estas circunstancias puede resultar oportuno este poema de Miguel D'Ors, que publicó en su libro La música extremada (1991)

Quién fuera un yanomani:
desnudo e inocente, viviría
fuera de calendarios y mentiras,
en paz con los vecinos y las lluvias,
los dioses y mi cuerpo. Mis únicas costumbres
serían los espesos follajes goteantes
traspasados por cantos de colores vivísimos
rápidos como flechas.
No envidiaría, no consumiría,
nadie me robaría. En una estera
tejida con cortezas
fecundaría a mi fiel india bajo
la mirada propicia de los astros.
Pero —nada es perfecto— ninguna de esas cosas
tendría para mí el menor atractivo.

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